viernes, 24 de septiembre de 2010

EMPUJANDO PAREDES




Cansada ya de escuchar cada día cosas como: "es que la huelga no va a servir para nada" o "es que me quitan tanto dinero de la nómina del mes", quiero hacer un llamamiento a aquellos que no se ha dado cuenta todavía de lo que realmente significa apoyar esta huelga.

Lo primero que les quiero hacer llegar es que se pierde mucho más que unos cuantos euros (que ya sé que a todos nos hacen muc
ha falta: ¡que me lo digan a mí, que pasamos los 4 que somos de familia con menos de 2000 € en total mes!) aceptando sin más lo que nos quieran echar a las espaldas (que, por cierto, ya tenemos muy cargaditas) y, además, calladitos, no vaya a ser que alguien se moleste.

Lo segundo, es que la lucha SIEMPRE sirve para algo.


Hoy lo hablaba con unas compañeras que decían eso mismo de que no va servir para nada. Y yo les ponía el siguiente ejemplo:


Si yo quiero tirar abajo una pared porque detrás se está mejor, lo que hago es empujar con fuerza esa pared. Lógicamente, la pared no se va a caer sólo por que yo la empuje. Pero si somos muchos empujando al mismo tiempo, la pared se cae tarde o temprano.


Es posible que yo nunca llegue a ver la pared caída, pero no por eso dejaría nunca de empujarla. Sin embargo, las generaciones que vengan detrás sí la verán en el suelo. Y, lo que es más importante, aprenderán a seguir luchando por lo que quieren y por lo que les pertenece p
or derecho.

Con esta huelga nos jugamos mucho, a pesar de que las peticiones son de lo más humilde: Fíjate que ni siquiera pedimos más derechos o una mejoría de aquellos que ya disfrutamos. ¡NO!
Nos limitamos a pedir que se mantengan los que ya tenemos, que no se recorten (aquello de ¡virgenita, que me quede como estoy!).

Es necesario que seamos conscientes de lo que significa todo esto que está pasando y que, bien sea por desconocimiento o po
r miedo a lo que pueda pasar, no vemos en su dimensión real.

Hay que tener claro que nuestras OBLIGACIONES como ciudadanos, nuestros DEBERES como trabajadores están perfectamente garantizadas. Esas no corren ningún peligro de sufrir deterioro alguno. Es más, la posibilidad de que aumenten es tan grande como real, como demuestra el hecho de que seamos los más desfavorecidos los que "paguemos" con nuestro esfuerzo esta crisis de la que no somos culpables, mientras que los que la provocaron con su codicia son cada día más ricos.

Pero en lo que a DERECHOS toca, esos SÍ están en serio peligro de extinción.

Ya se empezó recortando y ajustando presupuestos en lo que a sanidad, educación, servicios sociales, etc. repercutía.
Ahora han tocado los derechos laborales (Y ¡OJITO! que todavía se oyen voces clamando que la reforma es "escasa"). Pronto le tocará a las pensiones. Después el copago sanitario... Y voy a parar aquí, pues no quiero adelantarme a lo que todavía no es, aunque se sospecha.

No debemos dejar que cale en nuestro entendimiento el mensaje maquinalmente lanzado de que la huelga no va a servir para nada.




1 comentario:

alegrias dijo...

Estoy totalmente deacuerdo contigo.
La RL es una vergüenza en un montón de puntos, lo he explicado en un post en mi blog.
No podemos permitir que nos quiten los derechos que ya tenemos ganados, no podemos permitir caminar hacia atrás.
¿Qué les quedará a nuestros hijos?
Un abrazo.