viernes, 5 de marzo de 2010

El día que dejé de ser española


El PP quiere declarar la “fiesta taurina” como BIC (Bien de Interés Cultural. ¡Anda, igual que el Cabanyal que se quieren cargar! ¡Qué curioso!). Lo hacen, dicen ellos, en “defensa de las tradiciones culturales y artísticas” arraigadas en la sociedad española. Y dicen también que “quienes quieren prohibirlos es porque no les gusta nada que tenga que ver con la identidad nacional de España". ¡¡¿¿EEIINNSS??!!

Debe ser que a pesar de haber nacido española, de padres españoles (de los de toda la vida), haber vivido y crecido en España… En algún momento de mi vida me volví antiespañolista de repente y sin darme cuenta, porque desde que tengo recuerdo soy absolutamente antitaurina.

¡¡Que no vengan con vainas!! No se trata sólo de “proteger las tradiciones” (en este caso una de las más sanguinarias que existen hoy por hoy en todo el mundo). Se trata, una vez más, de provocar, de enfrentar, de crispar, de sembrar el odio y la discordia… Que los catalanes quieren estatut, pues nosotros lo contrario… que los catalanes hacen cava, pues nosotros solo bebemos champán… Que no quieren corridas de toros, pues nosotros las elevamos a sagradas… Y que se fastidien.

Yo soy antitaurina. Y, aunque el toro de lidia es un animal bellísimo, creo que criarlo expresamente para masacrarlo para el divertimiento de una parte minoritaria de la sociedad es un acto de sadismo y crueldad máximos. Y digo una parte minoritaria de la sociedad, porque, hace unos días, escuché a un protaurino decir que las entradas para las corridas de toros se agotan a los dos días de ponerlas en venta. ¿De cuánto es el aforo de una plaza de toros? Si la mayoría de los que acuden son abonados y las ven todas, el aforo libre se reduce mucho. Y en la mayoría de los pueblos no hay plazas, con los que el porcentaje de población que va a ver toros se reduce a mínimos. Y si tenemos en cuenta que casi no retransmiten por TV y que su audiencia es mínima… Entonces ¿De dónde calculan tanto interés nacional?

Podría preguntarme qué tiene de arte torturar y matar despiadadamente a un animal. O qué puede aportar ese sufrimiento sin sentido a la cultura de este país (o de cualquiera que se precie de desarrollado). Pero esto ya se ha dicho demasiadas veces y sin demasiado éxito. Sólo voy a decir, para que se enteren los pocos que defienden esta salvajada primitiva, que esos políticos que tanto defienden ahora la “fiesta” son los mismos que les han recortado el presupuesto a la mitad (aunque no sé porqué tienen presupuesto público los “festejos taurinos”). Y los mismos que mantienen presupuesto para toros, pero recortan hasta niveles vergonzosos el destinado a educación para adultos, educación pública, sanidad, servicios sociales, ayudas a la mujer maltratada, subvenciones a ONGs no católicas, etc., etc….

Lo dicho: Esto es joder solo por gusto de joder.

Saludos.

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